Lo esperamos tanto, tanto que cuando nos llegó, (yo) no tenía dinero y aún así me reuní en torno de aquel altar a un dios pagano, a tararearle clásicos instantáneos, a acordarnos de la próxima canción, a tejer recuerdos de un mañana amanecido apenas ayer.
Track 01
Apenas ayer (17 de noviembre) me enteré que ya estaba en los estantes “Vinagre y Rosas” el decimoséptimo disco de la discografía oficial de Joaquín Sabina, lo esperaba, porque me decepcionó “Alivio de luto” pero Sabina ha vendido tan bien (y también) la especatativa en la internet que seguí el blog de Pancho Varona que narró la crónica del parto desde que el disco era apenas letras y enmendaduras, notas y borrones, desvelos (a medio día) y desmadrugadas (a media noche) del material… Que si Joaquín llegó al estudio oyó un par de horas y se fue, que si Pancho y García de Diego se devanaban los sesos sobre el piano con los arreglos.
Pero ya está aquí, hace un par de meses, cuando en joaquinsabina NET le oímos “Tiramisú de limón” me dejó la idea de que iba a estar lleno de alusiones personales, y hoy que lo oí lo confirmé, pero digo que los sabinómanos somos ya una secta de sordos que oyen con el corazón atado a la nostalgia y volvimos a hacer de estas canciones de los recuerdos de Sabina, recuerdos nuestros.
Lleno de poesías, nunca antes un disco de Joaquín (perdón, DON Joaquín) tuvo mejores letras, mejores versos, hombre, óiganle “Cristales de Bohemia”.
Track 02
El track dos me lo salté, “Viudita de Cliquot” me enganchó de origen, una vuelta a los arreglos magnéticos de los tempranos noventa acompañan a la rugosa voz de Sabina, un recuento de su vida
“…a los veinte escapé por las malas del pie del altar, a los treinta fui de armas tomar sin chaleco antibalas… la hormiguita murió, la cigarra se casó con otro. Yo aposté por las fichas caídas de tu dominó…”
¿Es lo mismo de siempre? Si es así no me importó, yo ya estaba de un ala de sus versos, y hacía un resumen de mi vida aunque apenas alcanzara el 50% de sus años y una mínima parte de sus experiencias (y eso que nunca querré ser Joaquín)
En la presentación de alivio de luto para TVE, Sabina platicaba que le costó mucho volver a escribir una canción de amor y cuando lo hizo escribió “¡Ay, Carmela!” y evidentemente se vio obligado a escribir “¡Ay, Rocío!” y pensó que cuando la gente le oyera le diría: “dos canciones de amor para sus niñas… ¡váyase usted a la mierda!” La canción para la menor de sus hijas, un lastimero ¡ay! de padre de adolescente apareció hace dos años y medio y este segundo número, que en realidad es el primero, es más sobrio, menos hecho de un arrebato.
Track 03.
Luego viene “Virgen de la Amargura” (un número que se pega a la emoción a mansalva con un apego al Norwegian wood de Lennon y McCartney) y luego viene “Agua Pasada” con la letra de un soneto aparecido en el libro “Ciento volando de catorce” si, merecían música esas líneas, y se enriquecen con detalles hondos y jondos y cambios en los acordes muy bien puestos.
Track 04
Y el número que da nombre al disco, al respecto, Pancho varona escribió en su blog en junio
“Vinagre y Rosas, así dice Joaquín que se llamará el nuevo disco, “Vinagre y rosas”. Yo no me lo acabo de creer. Dado que el anterior empezó llamándose “Doce más una”, siguió llamándose “Números rojos” y terminó llamándose “Alivio de luto”, todavía no me creo nada.
Vinagre y rosas es una canción ranchera, fue unos de los primeros números que se trabajaron en el disco (antes que fuera un disco) y en palabras del autor le es difícil tener primeras líneas de canciones, pero (y eso lo agrego yo) los títulos se le dan muy bien, funcionan perfecto y este es un ejemplo (me gustaría oírsela a los tigres del norte).
“…La canción que estoy cantado,
empieza en otras canciones
y acaba en un hospital,
¿por qué me sigo jugando la vida?
a pares o nones
por fulanita de tal…”
Tras este viene un rockcito llamado “Embustera” que pasa como lo más débil del disco (eso sí, cualquier autor o cantante pop la firma a la de ya –ya tengo un éxito-) y por cierto en este se hace acompañar por el grupo pereza, los españoles más argentinos de nuestros días.
Si había que justificar la tuba de la portada, viene el corte 09 “Nombres propios” maravilloso número de vodevil. –recuerden la “canción de las noches perdidas” del Física y Química- cosa la mar de divertida.
“…Ya vez llegar a fin de mes no era con ella asunto de intendencia,
se trataba más bien de comprender la pura impertinencia
del sol cuando se cansa de asombrar
del mostrador a la hora de cerrar,
se llamaba ironia
y no puedo jurar
que me engañaba
cuando me mentía…”
Track 05
“Menos dos alas” es el corte 10, una historia muy dada al humor del de Úbeda, rumbita flamenca pa’ que no falte y si haces cuentas ya lleva cinco géneros y los que faltan, “morirse no era tan grave…”
Luego viene “Crisis” (¿coño, que todos tienen que hablar de eso?)
“…Dan ganas de nada mirando lo que hay:
ayuno y vacas flacas de Tánger a Bombay.
Siglo XXI, desesperación,
este año los reyes magos dejan carbón…”
Tras ella viene el “blues del alambique” bien hecho, todo tan tan… extraño, a guitarra sola. Esto sólo para terminar y para terminar: “Violetas para violeta” dedicada a Violeta Parra, como bonus track.
Track 06
Sabina siempre, como (sic) Ja-mes Bond, dice al final de sus discos que volverá… que esta no es la última, y nosotros en el (pen) último estertor de nuestra inocencia nos lo creemos, y nos pasan tres cosas:
1. Cogemos el disco y lo presumimos
2. Cogemos una canción, buscamos una anécdota propia y casamos anécdota y canción.
3.Cogemos nuestras expectativas y los apostamos al doble cero del próximo disco, la próxima ruleta.
Que si esto nos hace felices, ¡que carajo!
Track 07
Vuela, vuela pajarito… el disco en España se ha reeditado el pasado 20 de noviembre, porque no se habían agregado los libros que acompañan al fonograma… y Joaquín ha dicho que no le importa la piratería, que de la venta de los discos él no ve nada, que vive de los conciertos, y que ha autografiado discos piratas.
BONUS TRACK
Esta semana se cumplen años de muerto de George Harrison, ai’ a ver que se nos ocurre.
3 comentarios:
Lo que he escuchado del disco es verdaderamente una oda a la poesía, vale la pena. Lo escucharé completo y ya diré más.
Prometo ahora sí escuchar a detalle a Don Sabina. A ver si las depresiones sin clima tropical saben mejor.
Extra: Alguien sabe cómo se puso el concierto de AC/DC en México?
Regreso de Guadalajara, en lugar de música escuchamos "Ciento volando de catorce" el libro de sonetos de Sabina, leídos por Sabina. Cada 3 segundos la reacción general es "piiiiinche madre".
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