miércoles, 21 de octubre de 2009

TERRORES NOCTURNOS EN LOS 30’s

Por Ericel Vázquez

No, no me refiero a los años 30 del siglo pasado, sino a mis 30’s. Una noche que apenas bien había conciliado el sueño, me desperté con tremenda ansiedad que obviamente no sabía de donde venía, el radio se había apagado ya, la luz de la calle que se filtraba por las cortinas atendía mi dormir, y asomándome por la ventana, el carro viejo enfrente de mi casa con su escudo del américa seguía ahí como un soso celador de la calle que no llamaba la atención ni de un gato. Y ante tal calma, ¡de dónde más podía venir mi ansiedad que de mí mismo! ¡Woaw! Vaya descubrimiento, y me digo que si no hubiera leído a Freud tantas veces a lo mejor ni me preocupara de mi vida mental, y dormiría tan bien como cuando he hecho algo bueno, pero, no solo es mi vida mental, sino todo lo que escucho y veo de las noticias cada semana.

Primero que todo, las noticias que venden esas televisoras ya casi innombrables pero que ya sabemos cuáles son, están tan manoseadas como Yhajaira de la pista 5 de cualquier table dance del país; ¿qué tanto se les puede creer en el sentido de la simple y llana objetividad?, simplemente le dan a nuestros más ‘bajos instintos’ sádicos un poco de alimento; la tele nos ofrece aquellas cosas que a una cantidad considerable de mexicanos nos atrae, intrigas, sangre, sexo, deseo, venganza, alivio y un poco de fantasía, además de sus propias ganancias tan conocidas.

De ahí, la preocupación extrema que me dio ‘ver’ (aunque no lo vi) a México empatar con Trinidad y Tobago, y ‘escuchar’ (que no escuché) e imaginar los comentarios de los comentaristas preguntándose que si con ésta selección se puede soñar en hacer ‘algo’ en Sudáfrica 2010, junto con todo el dolor que oí de los presentadores de deportes por sentirse ofendidos por lo que Maradona dijo; ¡sas! Qué tan bajo ha caído el astro del futbol argentino por decirles a sus paisanos que “se la sigan chupando”; dios, seguro que también eso me quitó el sueño. Yo no sabía que San Diego hubiera sido canonizado por su buena conducta y su decencia; pero bueno, bien sabemos por Mefistófeles que puede haber un ángel caído, y si el mismo diablo se fue al infierno ¿porqué Maradona no? Esto último parecería no tener relación con lo que he empezado a relatar, pero claro es que, una cosa lleva a la otra, y de repente, ya estoy en pensamientos sobre el santo dante y el infierno, cosa que fuera de toda ironía sí me quitó el sueño por la sugestión de la película del “exorcista”.

Olvidando toda cronología noticiosa de los últimos días, y tomando el camino del ‘ensayo literario’, al otro día me desperté con la mordaz noticia que luz y fuerza del centro había desaparecido; esto a mi no me impactaba de forma alguna, pero, claro, sí era primera plana para la vida nacional. Y lo único que pude pensar es aquello que como Catón ha citado: “… los mexicanos se oponen por sistema a cualquier cosa”; entonces se veía venir una tremenda arremetida de los despojados trabajadores sobre el ejecutivo y sobre la ‘calma’ social. Y más me preocupé porque como se manejan las cosas en Oaxaca, en donde hasta lo que no comen les hace daño, pues me iba a afectar de cierta forma, y me afectó en $25 para apoyar a los “compañeros lectricistas”, lo peor es que en estas épocas de crisis, esos 25 pesos me saben a 50, pero ¿qué hacer ante la ‘dictadura sindical democrática’ de la que penosamente soy parte? y es entonces que ante esta paradoja, pensé que el mundo pronto se va acabar, y luego de que en poco tiempo, el polo norte se convertirá en un océano los días de verano, no sabía si enrolarme en Green Peace para ir a rescatar a los osos polares o seguir en las high lands de Oaxaca. Preferí el insomnio y los terrores nocturnos otra vez.



PD. Sin olvidar los robos, asaltos, corrupción, desempleo, extorsiones, y un largo etc.; pareciera que en México se desarrollan mentes maquiavélicas al por mayor, aquí ya no necesitamos películas de terror para sembrar el miedo, sobre todo que ya se acerca el Halloween y los muertos, eso si es bonito pa’ que vean. Así que, alguien que me diga: ¡¿Por qué México se volvió así?! Yo tengo mi hipótesis, pero digan la suya, no vaya a ser que yo ya esté a un paso de la psicosis (clínicamente hablando) y tenga delirios paranoides.

1 comentario:

Julio César Vásquez dijo...

Bueno, mano.

Pues es que tenemos lo que merecemos, la vida del México contemporáneo es el pago de nuestra indolencia y valemadrismo.
De una filosofía del "Ahi sale" y del "No te tomes la vida demasiado en serio".
El gandallismo mexicano, ese que celebramos en la primaria, ha llegado a las más altas esferas.

(Y ora en "sobreencima" nos endilgan más impuestos... no te digo la cantidad de improperios vulgares y obscenos que salieron de mi pelada boca).