
Por Ericel Vásquez
¿Por qué la televisión nos pone un carrusel de tentación? El famoso zapping me llevó a ver una variedad muy interesante de imágenes que hacen detener la atención unos segundos, iniciando desde el canal 2 y su famoso ‘chow’ de domingos por la noche, tan entretenido por cierto sobre todo porque las caras de las personas que salen a cuadro te llevan a pensar más cosas que las que están sucediendo y se supone son el meollo del asunto; después películas que no tienen el menor sentido, los comentarios de los partidos de soccer del fin de semana y las pretensiones de los comentaristas, que si lo distinguen bien se dedican a suponer todo y sugerir con base en su propia escala de valores lo que debería suceder en la cancha, eso en vez de comentar acerca de lo que verdaderamente pasó en el terreno de juego, creo que un 80% (lo digo muy burdamente) no tiene mucha idea de las tácticas del juego, o si sí, se van con la inercia de imponer una idea en una discusión acalorada buscando tener la razón.
Me salté los canales de caricaturas a los cuales les agarré cierta aversión, aunque son buenos para distraerse cuando no se quiere pensar nada; otra vez canales de películas pero ninguna gana atraer mi atención, bueno, cuando uno tiene ganas de pasar canales, el acto mismo es la mejor diversión, tal vez con la única idea de encontrarse con un, un, un… no sé, pero eso es lo de menos. Llegue al duelo de domingo por la noche de futbol americano, me quedo a ver por lo menos una serie ofensiva de los Arizona Cardinals, aunque yo aún esté enojado por la derrota de los Vaqueros hace unas horas por la tarde, pero aún así, el juego que pasaban en la TV en ese momento estaba bueno, cuando mandaron a comerciales seguí mi entretenido recorrido.
De ahí, un juego de béisbol de la liga mexicana del pacífico, diferido y sin mucho sabor, a esa hora del domingo quien quiere ver un juego de béisbol, pero bueno, venden más los comentarios basura del soccer, eso sin duda. Y luego, me he encontrado con la diosa de las divas de la tele (bueno, para este enajenado y aburrido trasnochador de domingo y con sobredosis de TV, que casualmente suena en este momento en mi computadora) Odalys de telehit, con piernas bien torneadas, una belleza con cara dulce y buen talante, cintura de avispa y con medidas de eyaculación precoz, y “acuéstate, levántate, y apágalo, enciéndelo”; “estoy desesperado, soy tan vulnerable a su amor”. Ella ahí como tantas otras veces que ya la había visto seguía con su sonrisa de pasta de dientes embelleciendo ese rectángulo nada personal.
Comerciales, y una vez más el ‘zapping’, the David Letterman show; telefórmula, el reporte del tiempo en Milenio; Caracas, Lima, Bogota y Quito en CNN, los canales católicos, ¡el canal del congreso!, ‘tons’ me dije: “quiero que agarrarme a Odalys…, bueno, mejor escribo para Diálogos” y aquí me tienen diciendo: “tenemos control remoto sí, pero hace rato que perdimos control” así como dice Cerati en “Dominó”, y me despido porque “no puedo, no puedo seguir maquinándome, no puedo, no puedo seguir masturbándome”.
Y Gracias Cerati otra vez por tus frases, y por el concierto de hace 2 semanas.
¿Por qué la televisión nos pone un carrusel de tentación? El famoso zapping me llevó a ver una variedad muy interesante de imágenes que hacen detener la atención unos segundos, iniciando desde el canal 2 y su famoso ‘chow’ de domingos por la noche, tan entretenido por cierto sobre todo porque las caras de las personas que salen a cuadro te llevan a pensar más cosas que las que están sucediendo y se supone son el meollo del asunto; después películas que no tienen el menor sentido, los comentarios de los partidos de soccer del fin de semana y las pretensiones de los comentaristas, que si lo distinguen bien se dedican a suponer todo y sugerir con base en su propia escala de valores lo que debería suceder en la cancha, eso en vez de comentar acerca de lo que verdaderamente pasó en el terreno de juego, creo que un 80% (lo digo muy burdamente) no tiene mucha idea de las tácticas del juego, o si sí, se van con la inercia de imponer una idea en una discusión acalorada buscando tener la razón.
Me salté los canales de caricaturas a los cuales les agarré cierta aversión, aunque son buenos para distraerse cuando no se quiere pensar nada; otra vez canales de películas pero ninguna gana atraer mi atención, bueno, cuando uno tiene ganas de pasar canales, el acto mismo es la mejor diversión, tal vez con la única idea de encontrarse con un, un, un… no sé, pero eso es lo de menos. Llegue al duelo de domingo por la noche de futbol americano, me quedo a ver por lo menos una serie ofensiva de los Arizona Cardinals, aunque yo aún esté enojado por la derrota de los Vaqueros hace unas horas por la tarde, pero aún así, el juego que pasaban en la TV en ese momento estaba bueno, cuando mandaron a comerciales seguí mi entretenido recorrido.
De ahí, un juego de béisbol de la liga mexicana del pacífico, diferido y sin mucho sabor, a esa hora del domingo quien quiere ver un juego de béisbol, pero bueno, venden más los comentarios basura del soccer, eso sin duda. Y luego, me he encontrado con la diosa de las divas de la tele (bueno, para este enajenado y aburrido trasnochador de domingo y con sobredosis de TV, que casualmente suena en este momento en mi computadora) Odalys de telehit, con piernas bien torneadas, una belleza con cara dulce y buen talante, cintura de avispa y con medidas de eyaculación precoz, y “acuéstate, levántate, y apágalo, enciéndelo”; “estoy desesperado, soy tan vulnerable a su amor”. Ella ahí como tantas otras veces que ya la había visto seguía con su sonrisa de pasta de dientes embelleciendo ese rectángulo nada personal.
Comerciales, y una vez más el ‘zapping’, the David Letterman show; telefórmula, el reporte del tiempo en Milenio; Caracas, Lima, Bogota y Quito en CNN, los canales católicos, ¡el canal del congreso!, ‘tons’ me dije: “quiero que agarrarme a Odalys…, bueno, mejor escribo para Diálogos” y aquí me tienen diciendo: “tenemos control remoto sí, pero hace rato que perdimos control” así como dice Cerati en “Dominó”, y me despido porque “no puedo, no puedo seguir maquinándome, no puedo, no puedo seguir masturbándome”.
Y Gracias Cerati otra vez por tus frases, y por el concierto de hace 2 semanas.
1 comentario:
Con mi problema de eyaculación precoz nunca utilize nada hasta que me arte y probe priligy
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