
Por Ericel Vásquez
2009; Joaquín Sabina confiesa que para escribir su último disco “Vinagre y Rosas” necesitó la depresión de su amigo Benjamín Prado, ya que su estado de felicidad doméstica por la que pasaba no le impulsaba a escribir nada. Le doy un voto a esta posición, lo que se vive como felicidad pocas veces te lleva a escribir tanto porque eso mejor se vive y se disfruta. En este año no hubo mejor cosa que la montaña rusa de sensaciones, motivos, situaciones y lugares que tocaron tierra.
Noche Buena: Aún con el fervor de las posadas, el ansia por tener una noche de paz se apodera afanosamente de nuestros corazones, y es que las ganas de poner un alto en nuestros hábitos anuales es parte de nuestra propia madurez ganada en este ciclo, ya no sólo se quedan las ambiciones de un caballo desbocado sino que se quiere saborear el dulce sabor de la vida. Viendo el conteo de VH1 sobre las mejores canciones en español de los 90’s ya me digo que los años no han pasado en balde, cada video me conecta a una época de mi vida que va desde la primaria hasta la universidad, un lugar diferente, unas ganas diferentes, es como ir descubriendo distintas capas geológicas de memoria y vemos como cada recuerdo está anclado a los pensamientos de una etapa de la vida, puedo entender el impacto de “pelo suelto” cuando tenía 10, y lo inentendible de “livin’ la vida loca” a mis 17, junto con todo el contexto social de esos años, hoy día, podrían ser canciones inocuas para mí, así como lo es “loba” de Shakira que me recuerda a esa canción de Gloria Trevi de hace 20 años y me digo: ella si que dio un salto al pasado. “Y a cada paso sientes otro deja vu, ¿o no?”
Navidad: La fiesta de Jesús es la fiesta del hombre, y a veces nos olvidamos de él y de su padre y rendimos pleitesía a ‘dioses’ paganos que nos regalan días inolvidables. Los conciertos de este año (a los que fui) fueron en parte un culto multitudinario en donde perdimos nuestra individualidad y nos entregamos a las sublimaciones de nuestros venerados ídolos. Más allá del “washa washa” a todo pulmón que invoqué en el concierto de Radiohead, me di cuenta de la importante influencia que tienen para la música e incluso la cultura de nuestra generación, las formas tan retorcidas que sus canciones tienen encuentran el punto perfecto de una obra de arte contemporánea y probablemente postmoderna, tal es el único pretexto para ser tan genuinas y que causen emociones por igual, ese, fue un evento histórico. Por otra lado, Gustavo Cerati, con menos seguidores que con Soda puso un ejemplo de cómo un artista disfruta lo que hace nota por nota sobre el escenario, esa entrega hacia sí mismo hace que sus seguidores la tengan hacia él, en ocasiones no hay nada mejor que entonar gritando con el corazón en la mano los versos llenos de un sentido subjetivo que el argentino nos presta y regala una vez que los hemos hecho parte de nosotros. ¡Qué buenos recuerdos! Mientras construimos uno más poniendo el arbolito mientras escuchamos a Sting “If on a winter’s night”.
Año nuevo: a 11 días, “he llegado hasta aquí con los brazos cansados”, y todos los matices que vivimos con las demás personas vienen a la mente de especial forma, es la magia de esta época, y ya en este punto no quiero mirar más para atrás, ¿qué viene el otro año en materia musical? Esperamos el concierto de Joaquín Sabina el 13 y 14 de Abril, también que se confirme la presentación de U2 y la expectativa de alguna otra sorpresa que siempre se necesita. “Cuando aprendí a tragar fuego el circo ya se había ido de Albacete a Nueva York”, hoy ya somos un poquito más sabios que antes y nos damos cuenta que ya no podemos recuperar lo que pudimos haber hecho mejor, pero ante todo el hecho de seguir tropezando y aprendiendo nos sigue diciendo que estamos vivos, y ante lo pasado esperemos que “la cuenta esté saldada”.
Hasta el próximo año pues, nos leemos en 2010.
2009; Joaquín Sabina confiesa que para escribir su último disco “Vinagre y Rosas” necesitó la depresión de su amigo Benjamín Prado, ya que su estado de felicidad doméstica por la que pasaba no le impulsaba a escribir nada. Le doy un voto a esta posición, lo que se vive como felicidad pocas veces te lleva a escribir tanto porque eso mejor se vive y se disfruta. En este año no hubo mejor cosa que la montaña rusa de sensaciones, motivos, situaciones y lugares que tocaron tierra.
Noche Buena: Aún con el fervor de las posadas, el ansia por tener una noche de paz se apodera afanosamente de nuestros corazones, y es que las ganas de poner un alto en nuestros hábitos anuales es parte de nuestra propia madurez ganada en este ciclo, ya no sólo se quedan las ambiciones de un caballo desbocado sino que se quiere saborear el dulce sabor de la vida. Viendo el conteo de VH1 sobre las mejores canciones en español de los 90’s ya me digo que los años no han pasado en balde, cada video me conecta a una época de mi vida que va desde la primaria hasta la universidad, un lugar diferente, unas ganas diferentes, es como ir descubriendo distintas capas geológicas de memoria y vemos como cada recuerdo está anclado a los pensamientos de una etapa de la vida, puedo entender el impacto de “pelo suelto” cuando tenía 10, y lo inentendible de “livin’ la vida loca” a mis 17, junto con todo el contexto social de esos años, hoy día, podrían ser canciones inocuas para mí, así como lo es “loba” de Shakira que me recuerda a esa canción de Gloria Trevi de hace 20 años y me digo: ella si que dio un salto al pasado. “Y a cada paso sientes otro deja vu, ¿o no?”
Navidad: La fiesta de Jesús es la fiesta del hombre, y a veces nos olvidamos de él y de su padre y rendimos pleitesía a ‘dioses’ paganos que nos regalan días inolvidables. Los conciertos de este año (a los que fui) fueron en parte un culto multitudinario en donde perdimos nuestra individualidad y nos entregamos a las sublimaciones de nuestros venerados ídolos. Más allá del “washa washa” a todo pulmón que invoqué en el concierto de Radiohead, me di cuenta de la importante influencia que tienen para la música e incluso la cultura de nuestra generación, las formas tan retorcidas que sus canciones tienen encuentran el punto perfecto de una obra de arte contemporánea y probablemente postmoderna, tal es el único pretexto para ser tan genuinas y que causen emociones por igual, ese, fue un evento histórico. Por otra lado, Gustavo Cerati, con menos seguidores que con Soda puso un ejemplo de cómo un artista disfruta lo que hace nota por nota sobre el escenario, esa entrega hacia sí mismo hace que sus seguidores la tengan hacia él, en ocasiones no hay nada mejor que entonar gritando con el corazón en la mano los versos llenos de un sentido subjetivo que el argentino nos presta y regala una vez que los hemos hecho parte de nosotros. ¡Qué buenos recuerdos! Mientras construimos uno más poniendo el arbolito mientras escuchamos a Sting “If on a winter’s night”.
Año nuevo: a 11 días, “he llegado hasta aquí con los brazos cansados”, y todos los matices que vivimos con las demás personas vienen a la mente de especial forma, es la magia de esta época, y ya en este punto no quiero mirar más para atrás, ¿qué viene el otro año en materia musical? Esperamos el concierto de Joaquín Sabina el 13 y 14 de Abril, también que se confirme la presentación de U2 y la expectativa de alguna otra sorpresa que siempre se necesita. “Cuando aprendí a tragar fuego el circo ya se había ido de Albacete a Nueva York”, hoy ya somos un poquito más sabios que antes y nos damos cuenta que ya no podemos recuperar lo que pudimos haber hecho mejor, pero ante todo el hecho de seguir tropezando y aprendiendo nos sigue diciendo que estamos vivos, y ante lo pasado esperemos que “la cuenta esté saldada”.
Hasta el próximo año pues, nos leemos en 2010.
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